Los aficionados del FC Barcelona son conocidos en todo el mundo por su energía, sus cánticos y su estruendo. Sin embargo, un grupo en particular llevó el apoyo al club blaugrana a otro nivel. Boixos Nois, fundado en 1981, es un grupo político de extrema derecha que apoya al FC Barcelona. "Boixos Nois", que significa los "Chicos Locos", es un grupo de hombres jóvenes, sobre todo veinteañeros son conocidos por sus actividades locas fuera y dentro del Camp Nou. El grupo ultra tiene actualmente prohibido asistir a los partidos en casa, pero hay una larga y complicada razón detrás de su exilio.
La creciente popularidad de los Boixos Nois
El grupo Ultra ha ido ganando cada vez más apoyo de los aficionados internacionales y tiene varias cuentas en las redes sociales con un número considerable de seguidores. Los hinchas se quejan a menudo de la ausencia de aficionados ruidosos y enérgicos en el estadio para animar al equipo. La queja puede tener cierto peso, ya que a veces el ambiente dentro del Camp Nou y ahora de Montjuic no es el mejor. Como el Barcelona es un club tan famoso en todo el mundo, hay muchos turistas presentes en los partidos en casa. Estos turistas o aficionados de otros países no suelen conocer los cánticos, por lo que se ve un ambiente bastante tranquilo. A menudo, los aficionados abogan en Internet por que no se prohíban los Boixos Nois para que el ambiente de antaño vuelva a los partidos en casa.
La desconocida historia del grupo Ultra
Tras su formación en 1981, los Boixos Nois crecieron gradualmente hasta convertirse en el mayor grupo de seguidores del Barcelona. El grupo creció tanto en número que ocupó todo el Gol Nord del Camp Nou. El grupo era conocido por insultar a los rivales, causar disturbios y pelearse con los aficionados contrarios. Estos hooligans fueron responsables de la primera muerte por violencia en la historia del fútbol español. En 1991, cinco miembros del grupo mataron a golpes a un aficionado del Espanyol. Todavía hay muchos grupos presentes en los partidos en casa, que son Boixos Nois disfrazados. Recientemente, las acciones aventureras de estos grupos le han costado al Barça muchas multas de la UEFA. Los Boixos Nois han llevado pancartas extremistas a los partidos fuera de casa, lo que ha causado €10,000 – € 20.000 en multas de la UEFA. El club pidió a estos grupos que asumieran su responsabilidad y pagaran la multa, a lo que se negaron.
El incidente que provocó la prohibición
El 20 de diciembre de 1997, se guardó un minuto de silencio en el Camp Nou en memoria de un miembro de los Boixos Nois, Sergio Sota. El silencio, sin embargo, fue interrumpido, no por los aficionados visitantes, sino por otros aficionados del Barcelona presentes en el estadio. Se oyeron cánticos de "fascistas fuera del Camp Nou", lo que hizo reaccionar a los miembros de los Boixos Nois. Se extendieron por todo el estadio y empezaron a atacar a los aficionados que consideraban culpables de los cánticos. Sang Cule, un grupo independentista y antifascista, fue el protagonista de estos cánticos. Este incidente provocó un gran debate en Cataluña, y muchos aficionados culparon al club por permitir que ocurriera. Joan Laporta prometió prohibir la entrada al estadio de los Boixos Nois en su campaña para las elecciones presidenciales de 2003. Esto, junto con una falsa promesa de traspaso de David Beckham, le hizo ganar las elecciones. Los Boixos Nois fueron prohibidos casi inmediatamente por Laporta tras convertirse en presidente.
¿Qué futuro le espera a Boixos Nois?
Los Boixos Nois siguen teniendo prohibido asistir a los partidos en casa hasta la fecha. Aunque los aficionados de todo el mundo quieran ver a los ultras de vuelta en el estadio, hay razones de peso para que sigan prohibidos. El grupo Ultra es un grupo neonazi de extrema derecha con ideas fascistas. Sus acciones no sólo pueden perjudicar al Barcelona por las multas y prohibiciones de la UEFA, sino también por el fracaso de los acuerdos comerciales. En mi opinión, el club y Boixos Nois deberían sentarse juntos y negociar porque ambos se necesitan mutuamente. El grupo debería abandonar sus creencias nazis y centrarse más en representar los valores del club.