Tras una exhibición de defensa estrepitosa en el Estadio Olímpico, el Barcelona vuelve a caer en el olvido de otro desastre en semifinales de la Liga de Campeones. La prueba de vuelta será en el poderoso San Siro, y si no se solucionan urgentemente los fallos de la ida, el camino a Múnich podría acabar en Milán. Analicemos cuatro maneras de ganar la batalla:
El regreso de Alex Balde será clave para solucionar la crisis del lateral izquierdo
Gerard Martin, el sustituto de Alex Balde en el partido de ida, tuvo una actuación horrible el miércoles. El jugador de 23 años perdió todos los duelos aéreos (0/5) y dejó que Denzel Dumfries dominara la banda. Raphinha no tuvo apoyo y quedó desamparado. La necesidad de Balde nunca ha sido mayor.
Las explosivas carreras de Balde, su habilidad en la conducción del balón y su intrepidez en el uno contra uno obligan a los rivales a retroceder. Esto crea espacios para que Raphinha corte hacia dentro e imponga una mayor amenaza. Sin Balde, el ataque del Barcelona se ha vuelto muy estrecho. Los informes afirman que el lateral izquierdo de La Masía podría estar disponible para el partido de vuelta. Si está en forma, será una gran ventaja para los catalanes. De lo contrario, Flick deberá prepararse para otro festín de Dumfries sobre Gerard Martin.
La desastrosa forma de defender las jugadas a balón parado debe corregirse
El Barcelona no ha defendido bien las jugadas a balón parado esta temporada. Los catalanes concedieron dos goles en saques de esquina en el partido de ida, y fue criminal. El Inter de Milán tiene gigantes absolutos (Thuram, Acerbi, Bastoni), y casi siempre huelen la sangre cuando saltan para atacar los saques de esquina.
El magnífico fútbol ofensivo de Flick le ha dejado ciego a la hora de prestar atención a este aspecto; sus jugadores deben defender las jugadas a balón parado con más agresividad. Araujo y Martínez deben intimidar a los atacantes, y Szczesny también necesita mandar en su área como un dictador. Lewandowski sigue de baja y siempre ayuda en la defensa de esos balones muertos. Así pues, sobrevivir a cada córner debe ser una prioridad para el defensa de Flick.
Por qué la trampa del fuera de juego del Barcelona debe ser impecable en Milán
La línea alta del Barça contra los sensacionales contragolpes del Inter pareció muy vulnerable en el partido de ida. En la ida, los catalanes se salvaron de estar un gol por debajo en el marcador literalmente por un centímetro de fuera de juego. Un paso en falso de Cubarsi o Araujo, y los jugadores del Inter convertirán esta eliminatoria en una humillación en San Siro.
Flick debería saber que los atacantes del Inter son maestros en doblar sus carreras y tienen una coordinación fantástica en el contraataque. El equipo de Inzaghi lo demostró varias veces con fría y calculada perfección en Montjuic, y para el Barça no debe repetirse en el último tramo.
El centro del campo del Barcelona debe dominar para silenciar San Siro
Olvidémonos por un momento de la defensa. La mayor fortaleza del equipo de Flick es su ataque. El Barça ha marcado tres goles contra el mejor equipo defensivo de la UCL y esto nos dice una cosa. Si el ataque cumple, finaliza bien en el último tercio y dicta el tempo, el ritmo del Inter se hará añicos. ¿Y cómo prosperará este ataque? A través de Pedri y De Jong, dueños del centro del campo.
Los dos maestros del mediocampo deben dictar el ritmo del partido y asfixiar a los creadores de juego del Inter. Fermín también será crucial con sus internadas en el área para desestabilizar a la zaga del Inter. De jong debe tratar de llevar el balón y eludir la presión, mientras que Pedri debe crear como él. Si esto sucede, Dumfries y Dimarco jugarán mucho más atrás y el bloque defensivo de Inzaghi aparcará el autobús. Por tanto, menor amenaza de ataques.
Si Flick utiliza estas tácticas, el Barça se impondrá fácilmente y, por tanto, quedará una última prueba de un solo partido para que los catalanes levanten la codiciada UCL después de 10 largos años.
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