Desde que Leo Messi dejó el Barcelona, el número 10 ha sido una maldición para Ansu Fati. El joven que una vez fue visto como sucesor de Messi es ahora un soldado caído. Ansu Fati ha pasado por una serie de lesiones, y la falta de minutos de juego no le ha ayudado a volver a ser el de antes. El joven era muy bueno cuando debutó con el Barcelona y llegó a batir muchos récords. Ahora se dice que Ansu Fati va a dejar el club. Lamine Yamal heredará el número 10.
El peso del número 10
Ansu Fati lleva toda la temporada en el banquillo del Barcelona por falta de minutos de juego, algo que no parece que vaya a cambiar. El peso y la presión de llevar el emblemático número 10 del Barcelona eran demasiado para el joven. Ansu fue etiquetado como el "próximo Messi" cuando estaba en plena forma, lo que hizo que el joven se pusiera nervioso sobre el terreno de juego. Esto hizo que Ansu perdiera la confianza en sí mismo por no obtener resultados al instante tras regresar de su lesión. Otra víctima de que le llamaran el próximo Messi fue Bojan krkić, que también sucumbió a las lesiones y a la pérdida de confianza en el terreno de juego. Lamine Yamal es un adolescente sensacional que no sólo es el futuro del Barça, sino también el futuro del fútbol. Entregarle al adolescente una responsabilidad tan grande tan pronto en su carrera entraña un riesgo.
La manera de Lamine Yamal de lidiar con la presión
Lamine Yamal sólo tiene 17 años, pero hay que decir que no es un adolescente corriente. Ya ha decorado su palmarés con una serie de trofeos y premios individuales. Lamine ha demostrado ser resistente a la presión en los mayores escenarios del fútbol. En la Eurocopa 2024, el chico estrella cumplió siempre que la selección española lo necesitó. Contribuyó con un gol en todas las fases eliminatorias del torneo. Para el Barcelona, ha sido un jugador clave en los partidos más importantes. Ha aparecido en todos los Clásicos de esta temporada, con 3 goles y dos asistencias contra los blancos. Ni la intimidación de los aficionados rivales ni las altas expectativas de los suyos han hecho tropezar a Lamine Yamal.
La responsabilidad y la presión de llevar el número 10 blaugrana son enormes, pero creo que Lamine puede manejarlas. Ha demostrado que tiene una personalidad fuerte que puede permitirle sobresalir en las situaciones de mayor presión.