Cuando el Barça conquistó por fin la fortaleza de Anoeta

Durante más de una década, el estadio de la Real Sociedad, Anoeta, fue una fortaleza que los catalanes no pudieron conquistar. Se consideró una maldición, ya que ni siquiera los equipos del Barça que ganaron el triplete pudieron ganar un partido en el estadio.
El Barça de Ernesto Valverde rompió por fin esta maldición en enero de 2018 con una emocionante remontada (4-2). Revivamos y analicemos las dificultades, los cambios tácticos y las actuaciones heroicas del Barça en ese partido, que puso fin a una racha de 10 años de decepciones en San Sebastián.

La maldición de Anoeta

Habían sido diez largos años de frustración para los aficionados del Barcelona, ya que el estadio de Anoeta era una pesadilla de la que los blaugrana no podían escapar. El Barça estaba en la cima de su poderío en aquellos años, ya que el club ganó innumerables trofeos en España y Europa. Sin embargo, desde Pep Guardiola hasta Luis Enrique, ninguno de los entrenadores pudo conquistar el estadio y siempre lo dejaron con las manos vacías.

El estadio resultó ser una carga psicológica para el equipo. Los medios de comunicación y los aficionados empezaron a anticiparse cada año, y la negatividad se apoderó del equipo del Barça debido a tales especulaciones antes del partido. Se le llamó "La maldición de Anoeta", ya que cada partido con la Sociedad en Anoeta se convertía en un reto monumental para el Barça.

El entrenador Ernesto Valverde asumió el cargo en 2017. En enero de 2018 realizó su primera visita a la maldito estadio. Los aficionados se preguntaban: ¿Acabará por fin el nuevo entrenador con esta maldición?

La Real Sociedad dominó la primera parte

El partido empezó como muchos otros en Anoeta: El Barça iba a remolque. La Sociedad no tardó en imponer su dominio, y Willian José abrió el marcador en el minuto 11. Fue un remate de cabeza atronador, que marcó la pauta de la primera parte. Fue un cabezazo atronador, y marcó la pauta de la primera parte para la Sociedad. Controlaron el centro del campo y literalmente cocinaron al Barcelona. Las cosas empeoraron cuando Juanmi dobló la ventaja en el minuto 34.

Los jugadores del Barcelona parecían desarticulados y eran incapaces de encontrar el ritmo. Leo Messi y Suárez no tuvieron mucho el balón. Parecía que la miseria del Barça continuaría también este año, cuando Messi y compañía se marcharon por el túnel de vestuarios, decepcionados con un 2-1 en el marcador debido a un gol vital de Paulinho de tacón.

La brillantez táctica de Valverde: El punto de inflexión

La segunda parte fue una historia completamente diferente gracias al genio táctico de Ernesto Valverde. Reconoció que la Sociedad tiene el control del centro del campo y ordenó a su equipo presionar más arriba, ganar más posesión y explotar las bandas con transiciones rápidas.

Su equipo respondió con brillantez y el ritmo del partido se decantó a favor del Barça. De repente, la sólida defensa de la Sociedad se vio desbordada y empezaron a aparecer algunas grietas.

Messi y Suárez: los héroes de Anoeta

Luis Suárez marcó dos goles rápidamente y el Barça dio la vuelta a la tortilla en Anoeta. Messi y Rakitic se lucieron controlando el tempo del partido e hicieron aguas en la defensa de la Sociedad.

Sin embargo, la ventaja era escasa y Messi buscó rematar el partido antes del tiempo añadido. Mikel Oyarzabal brindó a Messi la oportunidad perfecta al lanzar una falta en el minuto 84.

La distancia era larga, pero La Pulga que estaba cerca del balón muerto. Messi levantó la vista, calculó la distancia y retrocedió dos pasos. Lanzó un zurdazo hipnotizador a la escuadra izquierda de la portería. Rulli, el portero de la Sociedad, se quedó como una estatua mientras veía cómo el balón entraba en el fondo de la red. El partido terminó 4-2 a favor del Barça.

Fue una victoria fantástica, ya que acabó con la frustrante maldición de Anoeta, que duraba ya una década. El Barça de Valverde dio por fin a los culés la alegría de una victoria en Anoeta y se afianzó como líder de la Liga en una campaña histórica.